jueves, 27 de septiembre de 2007

PEPE, MARUJA Y DIETER HELMUTH

Relato sobre cómo Pepe y Maruja necesitan de Dieter Helmuth para satisfacer sus necesidades y caprichos.


Las actuales turbulencias de los mercados financieros y las bolsas de valores se adjudican a la “falta de liquidez”. ¿Qué es eso y porqué influye tanto en nuestras vidas?. Veamos.
Pepe y Maruja decidieron hace tres años irse a vivir juntos y solicitaron una préstamo (hipotecario) para la compra de su vivienda. Del banco salieron muy contentos, pues les dieron el 100% de importe requerido, 150.000 € y con TAE del 3.25%. Mientras tomaban un aperitivo para celebrar el acontecimiento, leían en el periódico que la inflación interanual era de 4.25% ¡que chollo! comentaban entre risas, la inflación me paga un 30% de la casa!. Un año después deciden comprar un segundo coche y hacer un viaje al Caribe; recientemente cambiaron el SEAT IBIZA por un BMW. Siempre estuvo ahí el “banco amigo” financiando sus necesidades y caprichos.
Pero ¿Quién es en realidad él que le presta el dinero a nuestra joven pareja?. El banco, amigo mió, es un simple intermediario; en realidad quien les presta el dinero es Dieter Helmuth, un comerciante alemán con gran capacidad de ahorro que tiene depositado su dinero en una entidad bancaría alemana. ¡Pepe y Maruja nunca llegaron a suponer que en realidad no era el “banco amigo”, sino un desconocido alemán el prestamista.
Pero Dieter lógicamente, quiere para sus ahorros de 150.000 € el mejor interés, ¡y quien no!, y en su “banco amigo” (en este caso alemán) le aconsejan colocar su patrimonio un Fondo de Inversión “que invierte en deuda diversificada con garantía hipotecaria bien calificada por Moddy´s”, que en el último ejercicio tuvo una rentabilidad del 35% anual. También le ofrecen una emisión de Obligaciones Convertibles que ha lanzado su propio banco para disponer de liquidez y emprender una campaña agresiva de crédito hipotecario a bajo costo destinado a inmigrantes (créditos de baja calidad, las hoy famosas Subprime).
Como hace pocos meses cualquier producto financiero subía sin parar y el desprecio por el riesgo era total, nadie hacia caso a la letra pequeña: “rentabilidades pasadas no suponen rentabilidades futuras” ni tampoco de las garantías de la inversión, Dieter decide “diversificar” su capital entre los dos productos, que son en realidad el mismo perro con distinto collar. La rentabilidad anualizada del capital de Dieter rondaría el 35% según su gestor financiero.
Bien, razonemos, ¿Cómo puede ser que Dieter perciba por el mismo capital que Pepe y Maruja solicitaron en préstamo 35% de rendimiento, cuando la joven pareja paga por el dinero 3,25%; eso significa que Dieter ingresa exactamente ¡el 1.000% mas! de lo que paga la pareja. Sí, no es un error, ¡es un horror!. Ningún sistema de crédito puede durar con esas premisas eternamente, si bien es cierto que durante siete años funcionó, la ingeniería fingiera tiene sus límites.
En que situación nos encontramos hoy; Pepe y Maruja ya están pagando por su crédito el 5.25%, les pesa, pero lo pueden pagar, auque tienen miedo de no poder hacerlo en el futuro y deciden reducir gastos. Dieter está acojonado, porque con la que esta cayendo le ha entrado pánico y vendió su Fondo de Inversión y liquido las Obligaciones Negociables, para lo cual el “banco amigo” le ha tendido que entregar cash que era lo que exigía Dieter.
Como Dieter hay cientos de miles y si todos corren al banco a retirar su dinero, el sistema colapsa y se cae; de momento no hay nada de eso pero …… ahí esta el N Rock, todo un banco Ingles que vio como sus clientes hacían cola en la puerta del banco, mientras la cotización de N Rock en el la bolsa de Londres bajaba un 80%.
Si ser alarmistas, la realidad es que la plaza se “ha secado” de dinero; los potenciales futuros pepes y marujas ya no se animan a ir al banco a pedir “lo suyo”, pues tienen miedo de no poder hacer frente a la hipoteca; los dieter tiene miedo y no confía en lo que su banco les ofrece, y los pepes y marujas desconfían de la bonanza económica y no gastan mas que lo justo; y como el miedo es libre ……..todos desconfían de todos.
Conclusión: al escasear el dinero por la falta de confianza de todos los operadores, el volumen del negocio financiero se reduce, y como la financiación es el combustible de toda la economía, la actividad decae, ¿Cuánto? ¿Hasta cuando? Nadie lo sabe. Cuando lo que falta es la confianza, nadie se atreve a poner un límite, aunque modestamente creo que la sangre no llegará al río.